martes, 8 de marzo de 2011

Dualidades

Últimamente me he venido planteando cómo puede variar nuestra vida en función de las pequeñas decisiones que vamos tomando o esquivando. Cada decisión que tomamos viene guiada por una inmensidad de dualidades que nos llevan a elegir precisamente esa opción. Quiero expandirme en explicar esto a través de varios ejemplos físicos y metacogniciones propias.

La dualidad que más polémica genera en mí, es aquella relacionada con lo egoísta y lo solidario, es decir, con la acción social. El motivo es haber descubierto que lo egoísta y lo solidario, por antagónico que parezca, es un mismo concepto, son dos términos que van estrechamente unidos dado que al ser antónimos puros, al encontrarse situados en dos extremos totalmente opuestos, terminan por ser inherentes el uno al otro. Para explicar esta conclusión, comentaré, desde mi introspección, que el acto solidario en sí, es egoísta, puesto que la solidaridad nos lleva a tener la conciencia libre de cargas morales. No realizaríamos actos solidarios si no nos mordiera la conciencia ver la desgracia ajena, sin embargo, como el dolor del otro nos afecta, actuamos para combatirlo y así liberar nuestra propia conciencia. Por otro lado, la persona que se caracteriza por el egoísmo más puro, es la que llega lejos en la vida, la que actúa con la intención de conseguir exclusivamente sus fines con la frialdad más absoluta, es la que alcanza la esfera alta y, por tanto, genera ambición en los demás, dinámica, competitividad, en definitiva, movimientos que generan el verdadero movimiento. Sin pensar en nadie, más que en sí misma, está contribuyendo a que todo avance. Algunos, se mueven en querer combatir a este tipo de personas, otros les admiran y quieren ser como ellos y otros, desde su indiferencia, son beneficiados, sin enterarse, por toda esta energía, por todo este movimiento que ha invadido a los demás, sin concebirlo, estas personas están generando acción social.
Para explicar mejor este peculiar argumento, voy a exponer dos ejemplos que están al alcance de los ojos de cualquier persona.
El primero, trata sobre el acto solidario. Digamos que un misionero, acude a África por contribuir en paliar las desgracias sucedidas en este rincón del mundo. Bien, se encuentra en occidente, y de pronto, una llamada de su conciencia le impulsa querer acabar con la cruenta realidad, el acto propiamente egoísta de querer vivir mejor consigo mismo, al fin y al cabo.
El segundo caso, referente a las personas egoístas, es por ejemplo, el empresario trepa, que sube a lo más alto y se hace con una gran empresa, generando puestos de trabajo, subiendo la economía de su país y generando personas que quieren escalar más alto. De algún modo, este señor (que no se asemeja en absoluto a un ente de mi agrado), se permite el lujo de callar su conciencia, porque mientras trepa y se pega una vida a todo trapo, mantiene, en su puesto de trabajo a muchísimas personas.

A continuación, a través de un ejemplo que observé el otro día, voy a mostrar cómo una actuación absolutamente simple en sí misma, está plagada de múltiples dualidades. Estaba saliendo con mi coche de una rotonda, de pronto oí un claxon y me puse a mirar por el retrovisor. Dos coches habían estado a punto de colisionar al pretender salir a la vez. Estas pequeñas observaciones, me producen gran curiosidad, de modo que les estuve observando un rato más por el espejo retrovisor. El coche que se quedó más atrás, pegó un acelerón para aproximarse a la parte trasera del de delante y, al hacerlo, comenzaron a hacerse gestos obscenos. En fin, en sí el ejemplo, no parece gran cosa, pero fue el detonante de que esté hoy escribiendo esto. Por un lado, se me pasó por la cabeza el grado de crispación que tiene la gente, realmente, ¿no es absurdo que tengamos esa necesidad de dar tanta importancia a las cosas negativas, por nimias que sean?. De otra parte, pensé, que en este mundo que avanza a pasos agigantados, es lógico que las personas sean tan fácilmente irritables (hasta aquí van dos dualidades. De modo, que para comprender un poco esta forma que de respuesta que habían tomado los ocupantes de los coches, pensé que, si tal vez no se hubieran puesto a señalar a un extraño como el culpable de todos sus males diarios, habrían terminado pagándolo con las personas que les rodean. Todas estas conclusiones, parecen absurdas y parecen no llevar a ninguna parte, pero a lo que quiero ir es a cómo una decisión simple, nos puede cambiar el día o, lo que es más, la vida. La mayoría de las veces, los cabreos son irracionales y, aunque no queramos aceptarlo, suelen venir de un cúmulo de cosas, suelen producirse en nuestro interior. Si estas personas no hubieran buscado como culpable a un extraño, habrían terminado pagándolo con sus seres más cercanos, porque es así: Un día estallamos y da igual quien tengamos delante, el problema es que a ese alguien no le da tan igual y podemos cargarnos cosas por el simple hecho de haber actuado en torno a nuestras pasiones. Pero eligieron a un extraño y, quizás, unas horas más tarde, estas personas compartirían con los suyos un “fíjate lo que me ha pasado hoy con un cretino” en el lugar de un “a qué cojones viene...”.
Y esto vienen siendo las dualidades, porque cada respuesta que damos puede haber pasador por un millar de posibilidades y, sin embargo, por alguna extraña razón, escogemos tan solo una para ver la luz. Y sin embargo, una sola respuesta puede darle la vuelta a todo, a lo que somos, a cómo vivimos, a cómo nos comportamos, a lo que sentimos.
Yo, por mi parte, como humana ambivalente que soy, disfruto enredándome en cada decisión, no me gusta tomar decisiones premeditadas, y sé cuántos quebraderos de cabeza me trae todo esto.... pero también sé que mi conciencia (egoístamente, jeje) está libre de culpas, porque todas las decisiones que he tomado han requerido un profundísimo análisis.

En fin, con estas paranoias nocturnas, me gustaría invitaros a la reflexión, por que a veces perdemos demasiado tiempo en preguntarnos ¿por qué esto y no lo otro? ¿La respuesta? Dualidades, pura y simplemente... La vida sería asquerosamente aburrida si todo se basase en una sola premisa, así que disfrutemos de cada momentito, de cada ambivalencia y de cada decisión que, después de todo sin todo ello, habríamos atrofiado el poder de pensar y decidir.

... Podría expandirme mucho más pero lo dual se convierte en infinito, así que, por hoy, voy a elegir terminar.

v

3 comentarios:

  1. Ya ve, querida. Grandiosa manera de exponer el tema de las dualidades. Si me permite, le daré mi versión extendida de alguno de los puntos que ha comentado:

    Me gusta cómo has comparado a un misionero y a un empresario trepa, pero creo que has olvidado el punto fuerte de tu exposición: Las dualidades.

    Según tu comparación, el fin de ambos es el mismo, pero... quiero darte mi visión de los hechos =P

    El misionero, por ejemplo, según dices es solidario porque lo que busca es que no le muerda la conciencia, pero... es que eso, no es ser solidario.

    ¿Cuándo tú eres solidaria lo haces por eso? Quiero decir... A mí me gusta ayudar y me gusta que mis acciones, por simples, tontas o suceptibles de burla que puedan ser o parecer, generen algo positivo. Te pondré un ejemplo,

    'Usar una bolsa de tela en vez de la de plástico que me dan en el súper'

    ¿Lo hago porque me muerde la conciencia?

    No, lo hago porque no me gusta joder a los arbolitos, ni a los animalitos, ni a la capa de ozono... Lo hago por RESPETO a la naturaleza (y sí, suena muuuy cursi)

    El simple hecho de usar mi bolsa una y otra vez, hace que genere un beneficio y no más mierda y contaminación. Creo firmemente en que son cositas tan simples como estas las necesarias para cambiar éste mundo.

    Por eso creo, que el misionero no actúa por callar su conciencia, sino porque respeta a los demás y quiere que con sus actos, se genere ese beneficio no sólo material, sino también... 'moral'.

    Volviendo al ejemplo, ahora destriparé al empresario trepa.

    Este señor piensa en sí mismo, tiene objetivos en la vida, es primordial para él alcanzar su meta. Sigamos: Él crea una empresa, crea puestos de trabajo y con estas acciones obtiene también, como el misionero, el beneficio mútuo del que hablamos: No sólo para él (egoísmo) sino para los demás.

    Y aquí es donde quiero llegar:

    El beneficio que genera éste empresario, es algo secundario, no tiene sustento y en cualquier momento éste señor que sólo piensa en él, deslocalizará la empresa, echará a la calle a esos trabajadores porque le importan un pijo, pondrá un barco en Taiwan y tendrá a niños currando doce horas diarias, con lo que... ese beneficio 'involuntario' que ha creado, igual que viene, se va, jodiendo incluso más al personal.

    Sin embargo, nuestro amigo el misionero, no sólo se ha ido a Burkina Faso a ayudar a crear... una escuela, por ejemplo, sino que ha ayudado en varias tareas y con sus actos, no ha jodido a nadie. Sólo ha creado beneficio voluntario para ambas partes: Para él (presunto egoísmo) y para los demás.

    El fin, no justifica los medios. Por eso creo que haces bien en pensar qué pasos tomar en tus decisiones, porque creo que lo que quieres es que se sustenten a largo plazo y que no sean sólo 'pan para hoy y hambre para mañana'. Además, querida, una persona que piensa sólo en sí misma, piensa muy poco...

    Igual es que las personas somos todas egoístas por naturaleza y ahí no hay nada más qué hacer, ni ésto es malo, pues todos lo que buscamos en la vida es nuestro bienestar (tenga la forma que tenga). La dualidad viene cuando partes de ahí y piensas en si harás las cosas pensando en tí o por el simple hecho de hacer las cosas lo que mejor que crees que puedes hacerlas. Ambas van a generarte bienestar, pero creo que el sentido del egoísmo que yo entiendo se presenta cuando te importa una mierda lo demás, sin tener en cuenta las consecuencias negativas para otros.

    Y hasta aquí mi punto de vista. Gracias por hacerme pensar y por compartir tus observaciones de la vida. Si fuese tío, intentaría que follasemos a todas horas, pero lamentablemente, esa es una decisión (pasar de mujer a hombre) que no puedo tomar tan a la ligera... ¿Me compensa tener polla para ligarme a Meri? ¿Realmente me aceptaría? ¿Me diría que me quiere, pero como amigo/a?

    Cuantas dudas por resolver....

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  2. jajajaja cuantas tus dualidades! Y gracias a ti, por hacerme pensar también. Yo cuando ayudo lo hago de un modo absolutamente desinteresado. La esencia de la cuestión, es que mi conciencia me llama, y lo que considero en sí egoísta es el hecho de actuar para callarla, no sé si me explico. Yo no espero absolutamente ningún beneficio a cambio, sin embargo sí que quiero silenciarla.
    En sí, como dices, los humanos somos seres egoístas, el asunto es que todos actuamos por lo que pensamos, por callar al psique por lo que él nos dicta, jajaja, es una paranoia, pero son sentimientos que salen de dentro, por lo que su esencia, es individualista.

    es curioso, gracias por hacerme pensar, en serio

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  3. Hola, bello blog,íntimas y profundas entradas,si te gusta la palabra infinita, la poesía, te invito al mio,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias, buen lunes lunero,besos con salero..

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